La cuna-colecho: Mitos y verdades
Actualizado: 29 ago 2019

¿Es la cuna-colecho una opción segura para el bebé? ¿Aumenta el riesgo de muerte súbita? ¿Crea dependencia emocional? ¿Implica que la madre es sobreprotectora?
La cuna-colecho es aquella cuna que se ajusta a la cama de los padres, quedando como una extensión de esta última. Así, el bebé está en su propio espacio mientras los padres pueden verlo, tocarlo, sentirlo, olerlo, escucharlo y lo mejor: fácilmente traerlo hacia la cama para amamantarlo.
Esta cuna es una excelente alternativa para los primeros días o meses del recién nacido. Solo piensa por un instante que ese bebé estuvo nueve o incluso diez meses en el vientre de mamá, totalmente protegido por ella, escuchando los latidos de su corazón, calientico, totalmente contenido y tendrá todo el sentido pensar que tanto para la mamá como para el bebé lo más saludables es estar juntos las primeras noches.
Sin embargo, la cuna-colecho debe cumplir ciertos estándares de seguridad para que realmente sea una buena opción. Primero, debe adherirse fuerte y firmemente a la cama de los padres por medio de algún sistema que evite completamente que la cuna pueda moverse o que quede algún espacio en medio. Segundo, el colchón de la cuna-colecho debe quedar unos pocos centímetros por debajo que el colchón de los padres (10 o 15cm) de modo que exista una ligera separación entre padres y bebé. Así, el bebé dormirá en su propio espacio y no podrá pasarse a la cama de los papás. Te
rcero, la cuna debe tener un pequeño riel hacia el lado de la cama de los padres impidiendo que el cuerpo de mamá o papá, o alguna de sus extremidades pueda caer sobre el bebé, lo que representaría un riesgo para el mismo.
Cuando tu bebé duerma en su cuna-colecho recuerda seguir las indicaciones del sueño seguro (si deseas profundizar más, te recomiendo leer el artículo anterior sobre el colecho):
La superficie donde tu bebé duerme debe ser rígida.
El bebe debe dormir sobre su espalda.
Con cobija liviana.
Sin almohada.
Algunas personas afirman que la cuna-colecho aumenta el riesgo de muerte súbita. Sin embargo, los estudios comprueban que cuando padres y bebé duermen en un rango sensorial en el que puedan percibir y responder ante las señales sensoriales del otro, disminuye en un tercio la probabilidad de muerte para el bebé comparado con los bebés que duermen solos. Está claro que dormir cerca al bebé permite la regulación fisiológica, la protección y la lactancia, tres factores que aumentan las probabilidades de supervivencia claramente. Decir que el colecho aumenta el riesgo de muerte súbita es una falacia. Sin embargo, sino cumples las leyes del sueño seguro, puede ser una realidad!
El bebé que nace tan inmaduro en su desarrollo cerebral, necesita del contacto, de la proximidad como fuente de regulación fisiológica y apoyo. La cuna colecho es una forma segura de nutrir el vínculo afectivo lo que repercutirá en la salud emocional del bebé. El pensamiento habitual de los padres es “mi bebé debe dormir solo para ser independiente” pero es justamente todo lo contrario: darle a tu bebé la posibilidad de dormir cerca a los padres, le permitirá desarrollar la seguridad emocional que se requiere para después dormir solo y tranquilo.
¡No existe una única verdad para todos los padres, así que te invito a leer sobre la cuna-colecho y sacar tus propias conclusiones!