Las 4 incertidumbres
Las 4 incertidumbres mas frecuentes en el mundo de las mamás

Es una realidad que el mundo de la maternidad está colmado de opiniones y sugerencias: la abuela nos dice algo, nuestras amigas algo diferente, nuestra madre tiene otra opinión y al final no sabemos a quién creerle.
Nos sentimos perdidas y sin norte. Es por esto que hoy queremos compartir contigo información fidedigna sobre las cuatro incertidumbres más frecuentes entre las mamás para que construyas así tu postura personal con fundamentos sólidos.
Incertidumbre #1. Cólico ¿Qué es? ¿Cómo manejarlo?
El cólico hace referencia al llanto incontrolable de un bebé sano y bien alimentado por más de tres horas consecutivas, por tres o más días a la semana y por tres semanas o más. El cólico tiende a empezar en las primeras semanas de vida (semana dos o tres), tener su pico más alto en la sexta semana y la buena noticia es que del 80 al 90% de los bebés superan esta etapa al cuarto mes ¡Es transitorio! Además, no eres la única que pasa por esto: del 8% al 40% de los bebés presentan cólico.
¿Qué causa el cólico? He aquí el punto clave: la causa del cólico es un misterio aún. Lo primero que debes hacer es consultar con tu pediatra para descartar un causa biológica, como un problema intestinal o una infección urinaria. Sino existe una razón médica hoy te compartimos algunos tips para manejar el cólico:
1. Sostén a tu bebé en tus brazos: tu olor, temperatura, movimiento y voz ayudarán a calmarlo.
2. Prepárate para el momento: generalmente el cólico se presenta en el mismo momento del día, entonces intenta llegar a este momento sintiéndote muy bien.
3. Utiliza el fular o la mochila ergonómica para favorecer la tranquilidad en tu bebé.
4. Responde pronto al llanto de tu bebé, entre más pronto respondas, más pronto se calmará.
5. Regálale un masaje a tu bebé que ayude a tranquilizarlo.
6. Baila con tu bebé mientras escuchan la música favorita de ambos.
7. Tomate un tiempo fuera para tranquilizarte.
8. No te lo tomes personal: si te empiezas a juzgar, aumenta tu estrés y disminuye la posibilidad de ayudar a tu bebé de manera efectiva.
9. Pon a tu bebé cerca de sonidos rítmicos suaves como el ventilador (el bebé estaba acostumbrado a escuchar sonidos rítmicos dentro del útero: tu corazón, tu respiración).
Incertidumbre #2. Sexualidad durante el embarazo y el postparto
Durante el embarazo: Hay mujeres en quienes incrementa el deseo sexual al haber perdido el miedo a quedar en embarazo, al sentirse emocionadas por esta nueva etapa o por otros motivos. Por el contrario, hay mujeres en quienes disminuye el deseo por los cambios en la apariencia, la incomodidad postural, vivencias emocionales u otros. Para los hombres también es un momento de cambios y aunque entiendan que no existe riesgo, puede haber en ellos un miedo inconsciente de herir a su mujer o a su bebé.
Sin embargo, mientras tú y tu bebé estén saludables y el médico no haya dado ninguna contraindicación, puedes seguir tu vida sexual sin problema. Si es importante que evites presión en el vientre y que una vez hayas roto fuente o iniciado trabajo de parto evites por completo las relaciones sexuales con tu pareja. Si una madre y su bebé están sanos, no es cierto que las relaciones sexuales aumenten el riesgo de parto prematuro, ruptura temprana de la bolsa amniótica, bajo peso del bebé, muerte o aborto.
La sexualidad puede ser una manera magnifica de vincularte con tu pareja y fortalecer la relación mientras sea cómodo para ambos. Recuerda que durante el embarazo, hay mayor flujo de sangre hacia la zona de la pelvis por lo que la vagina tiende a aumentar su volumen y además suele estar más húmeda: dos factores que tienden a aumentar el placer sexual.
Durante el postparto el deseo sexual puede aumentar o disminuir. Puede aumentar teniendo en cuenta la sensación de placer que genera la lactancia que puede tener como consecuencia un aumento del deseo. También puede disminuir teniendo en cuenta el cansancio, el enfoque absoluto en el bebé, los cambios en la pareja y el desbalance hormonal.
Recuerda que cuando estás lactando aumentan tus niveles de prolactina: tu cuerpo sabe que estás alimentando a tu bebé y manda la señal de que no es tiempo de encargar nuevos bebés, lo que puede traducirse en disminución del deseo. Termino regalándote dos tips: 1. Los bajos niveles de estrógeno en el postparto pueden causar resequedad vaginal. Habla de esto con tu ginecólogo para encontrar un lubricante que te ayude y 2. Los cambios hormonales durante el acto sexual pueden estimular la bajada de la leche. Si tu pareja y tú lo disfrutan, no hay problema. Si les incomoda, lacta a tu bebé o extraete antes de iniciar o presiona tú pezón una vez haya iniciado la salida de la leche durante 10 segundos y verás que se detendrá.
Incertidumbre #3. Lactancia ¿Debería doler?
La lactancia no debería doler. Sí es cierto que existe una sensibilidad normal en los pezones las primeras semanas después del nacimiento del bebé, pero no debería existir dolor. Si te duele, revisa: tu postura y el agarre del bebé al seno.
En tu postura ten en cuenta:
· Que ningún músculo esté contraído.
· Puede ayudarte un soporta pies.
· Espalda derecha y sostenida.
· Si estás muy atrás tu seno tenderá a salirse de la boca del bebé y si estás muy adelante tenderá a dolerte el cuello y la espalda.
· El peso del bebé debe estar sostenido por una almohada o cojín no por tu brazo.
En el agarre:
· Bebé debe abrir grande la boca como un bostezo.
· Bebé va hacia el seno, nunca el seno hacia el bebé.
· Orejas, hombros y caderas alineadas.
· Mentón pegado al seno.
· El pezón debe alcanzar el paladar blando del bebé.
· Mejillas infladas, sin huequitos.
Incertidumbre #4. Colecho ¿Seguro o no?
El colecho hace referencia a la práctica de dormir cerca, dentro del rango sensorial del cuidador, por lo cual, tanto el bebé como el cuidador detectan y responden a las señales sensoriales del otro (olor, sonidos, movimientos…). Con esta definición, queda claro que el colecho no solo corresponde al acto de compartir la cama con el bebé, sino que también es perfectamente posible con una cuna al lado de la cama de los padres, la cuna-colecho, entre otras.
Para que el colecho sea seguro, debes cumplir estas leyes:
· Los bebés siempre deben dormir sobre sus espaldas.
· Los bebés deben dormir en superficies firmes y limpias.
· No deben haber fumadores en casa.
· Emplear cobijas livianas debajo de sus brazos.
· Sus cabezas nunca deben ser tapadas.
· La superficie debe estar libre de peluches o almohadas extra.
· El bebé no debe estar sobre una almohada ni estar sobre ropa de cama muy suave.
· El bebé no debe estar envuelto (debe tener movilidad en manos y pies).
· Los bebes nunca deben dormir en sofás solos ni acompañados.
Si deseas compartir la cama con tu bebé ten en cuenta los siguientes cuidados:
· La madre debe estar lactando a su bebé. Si tu bebé está siendo alimentado con tetero es recomendable que duerma cerca de la madre pero en otra superficie (no en la misma cama).
· Ambos padres deben considerarse cuidadores responsables del bebé. Ambos deben saber que el bebé está en la cama. No se debe poner al bebé en la cama si uno de los padres ya está dormido.
· Los bebés menores de un año no deben dormir en la cama con hermanos mayores.
· No deben dormir en la misma cama cuidadores que fumen (afuera o adentro de la casa), consuman drogas o medicamentos que alteren el sueño o que sean excesivamente difíciles de despertar.
· Si la madre tiene el cabello muy largo (más allá de la mitad de su espalda) debe ser recogido durante la noche.
· Personas obesas o con dificultad para sentir qué tan cerca está el bebé de su propio cuerpo no deben dormir en la misma cama con el bebé.
· No debe quedar espacio entre la cama y el colchón.
Concluyo el artículo haciendo alusión a la importancia de respetar las vivencias y creencias propias de cada familia. Tu eres quien más conoce a tu bebé. Atrévete a seguir tu intuición y a crear tu propia verdad, siempre teniendo fundamentos sólidos y fidedignos que aseguren el bienestar de toda tu familia.