¿Por qué fracasan la mayoría de lactancias?

La última encuesta de UNICEF señala que, en el año 2010 en Colombia, el 42,8% de bebés menores a 6 meses recibieron lactancia materna exclusiva y que en el 2015 esta cifra se redujo al 36%. Por otro lado, se menciona que el 60% de los bebés del mundo NO reciben lactancia materna en su primera hora de vida, lo que en palabras de la UNICEF significa “78 millones de bebés expuestos a un mayor peligro de morir o contraer enfermedades”.
Si los beneficios de la lactancia materna están CIENTÍFICAMENTE COMPROBADOS desde hace años ¿por qué no dejo de sentir que lograr una lactancia materna exclusiva es luchar contra la corriente? ¿por qué parece que los mismos médicos prefirieran la fórmula? ¿por qué a la mayoría de mujeres con sus bebés recién nacidos se les recomienda el uso de sucedáneos de la leche materna? ¿por qué es mal visto una mamá que amamante a su bebé que ya camina?
No puede ser que aun hoy en día existan pediatras que recomienden el suministro de agua de apio, de anís o de manzanilla para un bebé recién nacido; que adviertan la importancia del horario en la lactancia; que promuevan el uso del chupo para espaciar las tomas; que abiertamente desaconsejen la lactancia después de cierta edad ¿qué nos pasa como sociedad? De verdad que no lo puedo entender.
Realmente muchas veces deseo fervientemente que la mamá salga pronto del hospital para poder retomar el proceso de lactancia en compañía de un pediatra (muy pocos hay) que sea prolactancia. Me siento impotente y frustrada viendo como el propio sistema de salud, que debería promover la salud, no promueve la lactancia y, peor aun, muchas veces la entorpece o incluso la extingue.
Con mucha tristeza confieso que me siento en un país retrogrado. La mayoría de lactancias fracasan ¡Si, es verdad! Pero no porque la mamá tenga algún problema biológico ¡para nada! La mayoría de lactancias fracasan por una sociedad completamente ignorante y sin ganas de aprender acerca de uno de los procesos fundamentales para el sostenimiento de la vida ¡la lactancia!
Hoy quiero compartirte, desde mi experiencia, por qué fracasan la mayoría de lactancias:
1. No entendemos la psicología de una mamá en postparto. Cuando un bebé nace, también nace una mamá. Nos lo han dicho muchas veces pero parecemos no entenderlo ¡Acaba de nacer! Es vulnerable, se está probando a si misma, se siente insegura y ¡tiene la completa responsabilidad de un bebé! Por favor, cuidemos de la mamá y sobretodo cuidemos de aquello que le decimos.
En el postparto las defensas psíquicas bajan y aquello que le dices se vuelve una realidad para ella ¡No te está bajando leche! ¡Mira como llora tu bebé, está hambriento! ¡No seas terca, en esta familia no somos lecheras! Si se tratase de esa mujer antes del parto seguro se defendería y te sacaría a patadas del cuarto. Pero después del parto una mujer queda muy vulnerable y frágil, necesitamos cuidar de ella.
2. Sistema de salud: Creemos que los pediatras saben mucho de lactancia y como tienen la bata blanca creemos ciegamente en su palabra ¡Pues no! En pediatría se ven muy pero muy pocas horas de lactancia y de hecho en los últimos simposios que he estado los mismos académicos aceptan que necesitan más formación y actualización en este tema. Así que si sueñas lactar a tu bebé elige un pediatra que sea prolactancia, no que te diga que apoya la lactancia materna, sino que las mamás que han ido donde ese pediatra te confirmen esta afirmación.
3. Una sociedad que juzga la lactancia: Aun no entiendo cómo puede verse mejor ante nuestros ojos una mamá dando tetero que una mamá amamantando. Ver a una mamá que amamanta a un niño que ya camina parece un crimen ¡Que ignorancia! El Dr. Madriñan, una eminencia en el tema de alergias en Cali afirma que los bebés deberían recibir leche materna mínimo hasta los cuatro años.
La Organización Mundial de la Salud afirma que como mínimo se debería sostener la lactancia hasta los dos años y nosotros creemos saber lo suficiente para juzgar a una mamá que logra su lactancia prolongada. Esa mamá merece un gran reconocimiento. Esa mamá ha logrado vencer todas las locuras de esta sociedad por su bebé ¡Bravo!
4. Mitos y mas mitos: Nos falta educación, formarnos, informarnos. Dejar de creer en aquello que nos dicen. Educarse desde el embarazo para que recién el bebé nazca lo reciba una mamá informada y empoderada que sepa qué esperar y cómo responder. Una mamá que no se deje vencer por la carta del miedo que solemos jugar los profesionales de la salud “cuidado que si se le baja la glucemia puede convulsionar”, “no te está bajando leche y tu bebé podría enfermar” “No está creciendo lo suficiente debes complementar”. Ante la vida de su bebé, los papás acceden sin cuestionar pero ¿qué tal si existiera otra perspectiva? ¿otra opinión? En mi experiencia he dejado de creer a ciegas en médicos, psicólogos, asesores…en últimas somos humanos y aunque nuestro deseo sea ofrecer lo mejor, muchas veces nos equivocamos.
5. Falta de apoyo en la lactancia: La lactancia es un proceso que requiere apoyo. La OMS afirma que los grupos de apoyo entre madres pueden ser más efectivos que una asesora de lactancia o un pediatra. Las mamás necesitan sentirse comprendidas y acompañadas. No creer que son las únicas, que solo a ellas les pasa y como nuestras redes sociales solo muestran caras sonrientes mientras se amamanta, las mamás se sienten las peores. Se perciben como malas madres ¿Hay algo mal conmigo? ¿Mis senos no están hechos para amamantar? ¿por qué mis amigas no tuvieron problemas? Yo no conozco una lactancia sin dificultades, pero si conozco muchas personas y redes sociales que muestran solo la parte rosa y feliz de la maternidad.
La lactancia no fracasa porque nuestro cuerpo tenga alguna falla. La mayoría de lactancias fracasan porque hemos fracasado como sociedad, porque actuamos desde la ignorancia, desde nuestros juicios de valor, desde nuestras propias ideas ¡Basta! No se trata de si te gusta o no cierta ropa o accesorios, se trata de la vida de un bebé y de una mamá, y si sabemos que la lactancia los favorece a ambos como sociedad deberíamos estar unidos frente a este único propósito.